viernes, abril 22, 2011

La Colonización del Espacio Público: Otra Reflexión

Después de las dos primeras reflexiones en esta Semana Mayor una tercera reflexión me asalta cuando veo como, en dos situaciones diferentes, el sector privado coloniza, privatizándolo, el espacio público ante la inexistencia de una autoridad o de un reclamo ciudadano.



 En el llamado Bulevar Interior de Juan Dolio nos encontramos como olimpicamente un negocio de cafeteria asume como suya la acera recién construida por el Ministerio de Turismo al llevar el limite de su “terraza” hasta prácticamente la calle, ya que la acera la pierde el peatón al estar amueblada con tarros de jardinería para el negocio y también se pierde la acera pues se convierte en parqueo, dos acciones que hacen que el peatón deba transitar por la calle exponiéndolo a peligros innecesarios.


Luego en la playa nos encontramos que la administración del Club de Playa Guavaberry había dispuesto, cual muralla, una barrera de tumbonas , limitando así la posibilidad de que cualquier mortal que no tenga la categoría de “socio” pueda disponer de un espacio que es público por ley. Ciertamente, y eso lo podrían argumentar, este exclusivo Club ha limpiado la playa de enfrente- eso sí, disponiendo las piedras recogidas en el solar de al lado- mas ésta acción ha de considerarse, y así lo debería establecer alguna normativa turística y municipal, como uno de los aportes que deben hacer los negocios con situaciones privilegiadas, o sea poner en práctica lo que eufemísticamente  se le llama entre los empresarios progresistas la  “corresponsabilidad social empresarial”.



Dos situaciones que limitan la libertad de los ciudadanos de usar el espacio público.
¿Quién le pone el cascabel al gato?

OR
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