miércoles, enero 25, 2012

Rizomas de Luz: La Fotografía de Pablo Morel

Hoy sería el cumpleaños de dos de las personas más queridas: mi Madre, Marina Valdes Borges de Rancier y Pablo Morel. 
Hoy es un día triste y he querido celebrarlo, por  Mamá recordándola en mi corazón y con mis seres queridos; por Pablo,  reactivando PeNéLopE, en silencio desde que sufrimos aquel accidente donde se nos fue , justamente recordándolo en una de sus facetas mas interesantes: como fotógrafo.  
Hace algun tiempo escribí una nota sobre la fotografía de Pablo a requerimiento de Tobias Rijo que pensaba editar una revista de artes y turismo, creo; nunca supe si se editó la revista o si se publicó la nota y por eso he pensado presentarselas en esta edición de PeNéLopE.
OR, veinticincodeenerodeldosmildoce
Preparad el camino. foto de Pablo Morel. Tomada del blog de Fotogrupo

Rizomas de Luz
 La Fotografía de Pablo Morel

 Como medio, la fotografía se basa en capturar un instante del fluir espacio-tiempo, es, si se quiere, la congelación de un instante, un documento historiado, estático; no obstante Pablo Morel ha logrado vencer ese dilema del fotograma y se aproxima a la búsqueda de la captura del movimiento en la dinámica entrópica de la luz y  en la profundización de la atmósfera del ritual místico religioso que desgarra el velo del sincretismo cotidiano del dominicano común.
Sus fotos sobre la cultura marginal del Gagá o de la cultura oficial judeo cristiana, revelan las similaridades en las diferencias.
Pablo fotografía el “diferente”, dentro de su constate búsqueda del disenso como paradigma de la una concertación plástica.
Su trabajo son sendas que se bifurcan en la más pura de  las estéticas borgianas y se concretizan en la bifurcación rizomática dentro de una propuesta que, de alguna forma, prefigura la teoria de la complejidad y de la iteración.
Líneas de luces que parecen relámpagos horizontales pautan el trayecto procesional de los cirios y la superposición de imágenes por movimiento captan el dramatismo de los “seres”.
La contradicción del soldado romano mulato y del purpurado aristócrata se enfrenta al colorido de un “guloya” y la cara seria del maestro de la ceremonia en el batey profundo.
De este choque cultural brota una estética propia, casi antropológica, de un testigo de la transmutación espiritual, igual pero diferente, que enmarca los dos mundos de esta media isla...
La lección de Morel es la de igualar las manifestaciones religiosas, sin darle preeminencia a ninguna, un delicado equilibrio entre el sincretismo y la estética, entre el documento y el rito, entre el movimiento y la acción.
Rizomas, sí, un enredado entramado formal que se enmarca en una lucida propuesta estética cuyo chasquido, rasga el aire y su sonido se siente en el ojo.
 Omar Rancier

 Arriba Pablo y Omar en Jeremie, Haití, el día antes del accidente. Abajo con Marcelo Alburquerque y Harry Carbonell en un evento de EspaciosUNPHU.