domingo, febrero 15, 2009

El PREMIO HENRY KLUMB 2003

José Enrique Delmonte (JEDS) ha enviado al grupo de Periferia la foto de tres pingüinos sonrientes que ha ocasionado varios comentarios y desenterró recuerdos entrañables.

Emilio (Brea) confiesa que lloró cuando recibió la llamada del fraterno Emilio (Martínez) desde Puerto Rico comunicándole que el Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico había acordado dar el Premio Henry Klumb al Grupo Nuevarquitectura en la personas de él – Emilio (Brea) – y la mía; por mi parte, cuando recibí la llamada de Emilio (Martínez) casi no pude darle las gracias por el nudo que se me hizo en la garganta.

Emilio ( Brea) lo relata mejor:

2003, septiembre, Hotel Conquistador Fajardo...
Yo estaba convaleciente de aquella memorable (para mi) fibrosis pulmonar,
pero pude bailar un super salsa con la esposa del tocayo Emilio Martínez,
salsa que por poco me mata por el énfasis que puse en demostrarme a mi mismo
que estaba mejorando (el corazón se me quería salir).
Fue precisamente Emilio quien me llamó una tarde para darme la noticia...
No pude menos que dejar que la emoción me condujera y confieso que lloré.
El resto ya es historia...”

Hoy quiero presentar las palabras que se dijeron en aquella noche en el Salón Grand Caribbean Ballroom del Hotel Wyndham El Conquistador en Fajardo, Puerto Rico cuando vestidos de esmoquin , cual pingüinos tropicales, recibimos de manos de Emilio Martínez , Manuel Bermúdez y Ricardo Medina, en nombre del CAAPPR, el galardón.

Rodeados de amigos Puertorriqueños, algunos dominicanos residentes en Puerto Rico y de mi sobrino, Arodis Suazo Rancier, pasamos aquella noche memorable.

A veces pienso que es cierto, que nadie es profeta en su tierra….

OR


EL GRUPO Nuevarquitectura

24 AÑOS Y UN PREMIO DEL CAAPPR


Inicio estas palabras con gratitud. El premio Henry Klumb, el más importante reconocimiento a la labor profesional en Puerto Rico, será otorgado esta noche a un grupo de arquitectos dominicanos, el Grupo Nuevarquitectura. Este hecho insólito sugiere, cada vez más, que ese estrecho conocido como el Canal de la Mona, no es más que un accidente geográfico imaginario. Demuestra además, la gran unidad cultural que poseemos en ambas orillas, desde el pasado precolombino hasta hoy, más allá de cacicazgos, colonias, democracias, y de cualquier otra forma de conducir los destinos comunes que nuestras sociedades elijan. Este hecho que celebramos hoy es una muestra de cariño, de afecto y de fraternidad, digno de ser por siempre recordado y, dicho sea justamente, explicado brevemente a la audiencia que aquí nos distingue con su solidaridad.

El Grupo Nuevarquitectura esta formado por hombres y por mujeres, no es una entidad abstracta. Se origina con una idea, una ilusión estudiantil, una vocación de llegar más allá de las cátedras y asumir un punto de vista global, de los fenómenos que nuestra profesión evidenciaba a finales de la década de los 70. Sheila López, Edda Grullón, Fátima Karam y Angela Burgos crean el núcleo base el 3 de mayo del 1979, al cual se integran Nouris Bello, Rafael Lantigua y Manuel Pujols. Ya con Omar Rancier quien se integra en el 1980, Emilio Brea, en el 1981, y un servidor, en el 1982, el Grupo se proyecta con fuerza en los escenarios locales. Se propician frecuentes reuniones de estudio que desatan una serie de acciones concretas: artículos periodísticos y análisis críticos en el Listín Diario y en el Hoy y eventualmente, charlas, exposiciones y eventos de naturaleza cada vez mas participativa, hasta alcanzar el ámbito regional. Nunca estuvo orientado al beneficio material de sus miembros, sino al desarrollo cultural y a la producción de un conocimiento de nosotros mismos, que paradójicamente, no formaba parte de los própositos iniciales, y que en mi opinión, se convierten en la piedra fundamental del legado del Grupo. Ese tránsito de análisis de la arquitectura occidental a la local, y posteriormente a la regional, es lo que constituye la reflexión crítica básica del colectivo. Este ánimo de investigación, de profundizar en la historia yen la geografía para poder enraizar una propuesta de futuro ‑de por sí un fenómeno filosófico eterno, baste recordar al Renacimiento italiano‑, crea en Santo Domingo una explosión de entusiasmo nunca imaginado. De buenas a primeras el Grupo crece mas allá de su núcleo inicial e integra a decenas de jóvenes, deseosos de estar presentes en ese reguero de pólvora siempre a punto de estallar. El Grupo Nuevarquitectura se convierte, sin estar en sus planes, en el más reconocido ‑en realidad el único‑ animador cultural de la arquitectura y el urbanismo en la República Dominicana.

El itinerario de logros es largo. Baste señalar algunos de los más representativos. Para mí la continuidad de la Hoja de Arquitectura, editada semanalmente por el Grupo cada martes en el desaparecido periódico El Nuevo Diario, era esperada por todos con entusiasmo anticipado, constituyó a mas sólida iniciativa de promoción llevada a cabo por el colectivo. La tirada alcanzó más de 100 ediciones prácticamente consecutivas. Dábamos en ella a conocer nuevos proyectos, autores desconocidos, estudiantes sobresalientes de las crecientes facultades de arquitectura que se producían en el país, obras internacionales de relevancia, anunciábamos y organizábamos congresos, reuniones, exposiciones, mesas redondas, etc.

En 1981 se realiza en Casa de Teatro un homenaje a Manolito Baquero; en 1982 se integran algunos miembros del Grupo al Plan CARIMOS, ese primer proyecto de naturaleza regional que reúne a docenas de profesionales en torno a la identificación y conservación de los principales monumentos y sitios históricos del Gran Caribe; en el 1983 se lleva a cabo la muestra Arquitectura Contemporánea en la República Dominicana, dando pie a un primer sondeo de propuestas novedosas en la escena posmoderna nacional; la revista Arquivox nace en el 1984 y se edito por dos años, creando un fondo documental básico para el estudio de la arquitectura moderna dominicana en sus escasas pero importantes 5 ediciones. El 1985 trae el duelo de la pérdida del Hotel Jaragua, esa obra maestra que González regalara a la arquitectura moderna caribeña en el 1942. El papel protagónico del Grupo en su defensa es todavía recordado por muchos, y le confirió un liderazgo y un prestigio sobresalientes. En el 1986 se organiza la 1ra. Bienal de Arquitectura de Santo Domingo, ‑que hoy alcanza 7 ediciones‑ y se hace un homenaje póstumo a 17 personalidades relacionadas con el mundo de la arquitectura. En el 1988 Omar Rancier y Emilio Brea son invitados a ser jurados ante los premios del Capítulo Puertorriqueño del AlA. Los Encuentros de Arquitectura y Urbanismo de las Antillas se instauran en el 1989, en el 1996 se efectúa el octavo encuentro en Pointe-a‑Pitre, consolidando así la vocación itinerante de este importante encuentro regional. De su extenso historial sobresalen otros logros: el Grupo es instrumental en la creación de la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana, en el 1994, además de la Federación Caribeña de Sociedades de Arquitectos, de las Bienales de Arquitectura del Caribe y de Puerto Rico ‑presidida en su primera edición por Emilio Brea en el 1991. Hoy el Grupo transita por sus 24 años de edad con un rico acervo de experiencias. Estoy seguro de que este reconocimiento del Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico constituye uno de los más honrosos y merecidos premios que el colectivo ha cosechado en su historia.

La escogencia de los amigos y colegas Omar Rancier y Emilio Brea para recibir este galardón no es casual. Todos los integrantes del Grupo estamos más que de acuerdo en reconocer sus méritos, en alabar su entrega y en reconocer sus enormes e inagotables aportes. En gran medida se han echado sobre sus hombros, juntos o alternados, la responsabilidad de todas estas arduas organizaciones, han asumido con absoluto desinterés, incluso en perjuicio de sus respectivas realidades personales y familiares, horas y horas de trabajo, de acuerdos, de ideas compartidas, de seguir armando y distribuyendo por doquier esos sueños, esas ilusiones que dieron origen al Grupo.

Desde la distancia, el gran aporte del Grupo fue el de la unificación. Las fronteras entre facultades, tendencias, grupos y generaciones profesionales se desdibujaron. A partir de entonces y hasta hoy no importó de donde venías, de qué escuela, de qué pueblo, en que "estilo" ‑palabra demasiado vigente entonces‑ diseñabas, qué edad tenías. Lo relevante era tu aporte, pasado o presente, tu vocación de servicio hacia la comunidad nacional. Este hecho, que muchos colegas puertorriqueños aquí presentes podrán corroborar, no ocurrió de forma planificada, fue un subproducto de la actitud del Grupo y de una necesidad de autoreconocimiento que yacía en la creciente cultura democrática dominicana. El Grupo actuó, sin querer, en el escenario apropiado en el momento justo, con la correcta disposición.

Si de reconocer y agradecer se trata, aprovecho esta oportunidad para confirmar que tenemos nosotros los arquitectos dominicanos, aqui representados por estos miembros del GNA, una deuda enorme con tantos y tantos colegas boricuas. Permítanme en esta noche elegir a uno de ustedes para depositar en él nuestro afecto. El Arq. Emilio Martínez es más que un representante institucional: es un cómplice, un hermano que ha demostrado, una vez más su ilimitada calidad humana. Esta idea de premiar al Grupo Nuevarquitectura, por más que nos la disfrace de un carácter institucional, no tengo dudas de que conduce una iniciativa suya que a la vez que nos honra, le ennoblece a él y a sus colegas del Colegio.

Termino así y reitero nuestro agradecimiento. Espero que esta ocasión, en vez de constituirse en un laurel en el cual encontrar descanso, sirva para insuflar nuevas energías, tan necesarias para continuar hoy y siempre con estas labores, tan ingratas a veces, de la gestión y la defensa de la cultura dominicana y hoy, con toda propiedad lo digo, de la cultura antillana en todo el planeta.

Muchas gracias,

Gustavo Luis Moré

Miembro GNA

Editor AAA



PALABRAS DE AGRADECIMIENTO

Al recibir el premio Henry Klumb que otorga el CAAPR

Noviembre de 2003




EmiIio Brea

El Premio Henry Klumb 2003 por primera vez se internacionaliza y cruzó el canal que nos separa para unirnos en un abrazo fraterno. Se nos entrega en representación de un Colectivo que en mayo del 2004 cumplirá un cuarto de siglo de existencia.

El Grupo Nuevorquitectura Inc. GNA, del que nos sentimos honrados de pertenecer desde hace 23 años, ha sido parte importante de nuestras vidas. En él se han reunido esfuerzos de mujeres y hombres, que han trabajado con un ideal común, en pro de la excelencia profesional y académica y para el bienestar de todas y todos

Dejar constancia de la alta honra de recibir este reconocimiento es recordar necesariamente, a uno de esos hombres que desde aquí le dieron, en 1991 ,un gran impulso al GNA en la República Dominicana, principalmente en su apoyo desinteresado y cálido, tanto en representación del Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico y en el suyo propia, como profesional, puertorriqueño y amigo. Nos referimos al arquitecto Edward Underwood, donde quiera que esté; ! a su salud !





Omar Rancier

Quiero agradecer al Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico por este premio Henry Klumb que otorga esta noche al grupo Nuevarquitectura en las personas de Emilio Brea y la mía.

Realmente creo que este premio se otorga no solamente a nosotros sino a muchas personas de nuestros dos paises. Aquí en Puerto Rico me atrevo a mencionar a Emilio Martínez, a Luis Flores, a Jorge Rigau, a Andrés Mignucci, a Beatriz del Cueto, a Manuel Bermúdez, a Enrique Vivoni, entre otros muchos que nos han ayudado a construir esta "estructura de amistad y conocimiento" como la llama Luis Flores y que se han integrado con ánimo y pasión a las labores de promocionar nuestra arquitectura que hemos realizado desde el Grupo Nuevarquitectura.

En Santo Domingo, este premio le pertenece a personas como William Reid, Eduardo Selman y Plácido Piña que nos alentaran desde el principio a continuar con la crítica de la arquitectura cuando nos iniciamos, en 1982, comentando sus edificios en la página de Nuevarquitectura en el periódico Listín Diario.

Otros arquitectos dominicanos me vienen a la mente, como Cristóbal Valdéz, Marcelo Alburquerque, Jordi Masalles, Harry Corbonell, Yuyo Sánchez, César Curiel, Luis Guzmán y Pablo Morel, entre otros que han arrimado el hombro con nosotros para echar a andar esta maquinaria de arquitectura.

Pero sobretodo, este premio es para un grupo de mujeres arquitectas que, recién graduadas de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, un 3 de mayo de 1979 crearon un grupo de estudio que devino con el tiempo en convertirse en el Grupo Nuevarquitectura, ellas son Edda Grullón, Sheila López, Angelita Burgos, Nourys Bello y Fátima Karam, y con ellas el arquitecto Manuel Pujols. A todas ellas va este premio por su visión de futuro y su entereza profesional.

Creo, finalmente, que esta noche se premia a la arquitectura del Caribe, esta frontera imperial que se sigue construyendo entre saltos aterradores y esperanzas, esa arquitectura que ustedes diseñan día a día y construyen...

Así que felicidades a todos y gracias de Corazón


Todas las fotos y textos son tomados de la revista Entorno Arquitectónico 17 , 2004, año XXV, del CAAPPR