sábado, octubre 11, 2008

La Pérdida de la Pasión por la Arquitectura o La Ciudad Olvidada.



Cuando veo las nuevas propuestas de arquitectura y escucho las explicaciones de sus autores me pregunto donde se ha ido la Arquitectura, aquella pasión por el diseño a partir de un concepto y no de una imagen, que insistentemente, ahora, se califica de “corporativa”.

Los proyectos se explican desde una lógica compartida donde el objetivo es crear una imagen que “identifique” una empresa.


“Identidad es no ser idéntico”, esta sentencia del desaparecido maestro cubano Fernando Salinas debería ser difundida ampliamente entre nuestros arquitectos.

Lo que se propone no es una exploración en el espacio a partir de la estructura o de una nueva estética contemporánea; no se pretende jamás cuestionar las fórmulas comerciales y la idea corporativa se revuelca en la idea de la repetición ab nauseam como medida del éxito.

No hay cuestionamiento alguno en la busqueda de las fórmulas comerciales y al no haber cuestionamiento se trabaja con un catálogo de formas cuya permutación se presenta como la propuesta terminada de diseño.

Parece ser que hay otra fórmula para el éxito: el empresario es el que diseña y siempre es tremendamente creativo y al ver los resultados parece que no cabe ninguna duda sobre esta afirmación.



La ciudad no existe y cada proyecto es un pato venturiano: el inmanentismo ha vencido lo urbano.

El contexto es algo que molesta y cada quien construye su propio monumento, la ciudad se olvida y la definición de Rossi, "La ciudad es la suma de sus arquitecturas", está cada día más lejana y sin embargo cada día es mas evidente que la pasión se ha mudado a la ciudad, pues la ciudad es la única capaz de propiciar el debate, cosa que se ha perdido ante el embate de la visión corporativa en nuestra novel y no tan novel arquitectura.

Ciertamente que se ha dado un salto hacia la profesionalidad y el oficio ha sido reconquistado por los redobles de las computadoras, pero ese compromiso con la tecnología ha supuesto una pérdida del compromiso con la Idea de Arquitectura y con la Idea de Ciudad.

Aquella tecnología ha abierto un campo donde se regodean los arquitectos y los estudiantes de arquitectura, ahora los profesionales del rendering, al punto de que algunos suponen muerto el dibujo: todo está en el menú.


Philip Johnson en su memorable conferencia de 1954 a los estudiantes de la Escuela de Diseño Arquitectónico de la Universidad de Harvard, "Las Siete Muletillas de la Arquitectura Moderna” , incluía entre ellas lo que él llamaba “el dibujo bonito”, haciendo el señalamiento de que el dibujo no era arquitectura.

Imaginemos, entonces, esa muletilla multiplicada por mil y una realidad virtual o photo rendering, como guste usted llamar, y ese rendering además hecho arquitectura y estaremos enfrentando el hecho de que lo que se está haciendo es una ciudad en ArchitecturalDesktop, tan linda como una foto perspectiva e igualmente fría y carente de pasión.

Las nuevas muletillas son evidentes al momento de explicar los diseños y nos encontramos de frente con el minimalismo como concepto global y la globalidad como concepto minimalista, más allá de esto está, como dijo Venturi… el aburrimiento.
OR