lunes, marzo 12, 2012

Cronopiando: Por la Salud de Emilio



















Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.
 Julio Cortazar.Cronopios y Famas

En unas horas Emilio sale a ponerse bien allende los mares. Nuestros votos, pensamientos y oraciones van por él e invito a todos mis amigos –nuestros amigos – a que hagan lo mismo.
Emilio sale a ponerse bien y tendremos mucho Emilio por mucho tiempo.
No dejo de recordar aquel articulo sobre el congreso de la AIA en Varsovia que publicara en uno de nuestros periódicos que una vez, antes que las sociales y la farándula se lo comieran, tenía un suplemento cultural, y lo publicó con una famosa foto donde decía algo como “… el de la gorra blanca es el autor.” Aquel, y otros artículos, hicieron que Sheila, Edda, Manuel, Fátima, Angelita, Nouris y yo decidiéramos invitarlo a participar en el Grupo Nueva Arquitectura, como llamábamos al GNA antes que Emilio propusiera el Nuevarquitectura actual.

La llegada de Emilio fue un catalizador y de repente el Grupo estaba publicando artículos en los diarios nacionales y organizando eventos; recuerdo cuando organizamos Arquitectura Contemporánea  en la República Dominicana en Casa de Teatro en 1981 y teníamos una ponencia, la cual escribimos a dos manos sentados en el piso de la oficina  del Papá de Edda (creía que era de  Manuel, pero este me hizo la corrección) en la Pedro Henríquez Ureña en un verdadero “tour de force”, asi salió aquel trabajo “El Trasfondo de las Transformaciones Urbanas”. Esa dinámica permitió que cada día anterior a la publicación de la Hoja de Arquitectura que el Grupo publico durante dos años semanalmente, nos reuniéramos “ a ver que publicábamos” y siempre ocurrió la magia de  construir una idea que presentar a los lectores.

Actualmente trabajamos para sacar adelante la XI Bienal Internacional de Arquitectura de Santo Domingo y Emilio ha desplegado toda su actividad  para revisar, corregir y redactar lo básico para este evento.

La capacidad de trabajo, la inteligencia inquisitiva y la crítica certera y honrada, han sido las banderas de Emilio, intransigente con sus principios y sobre todo un gran amigo, un cronopio de rancia estirpe francomacorisana, el orgulloso “hijo de la viuda”, que vuela, raudo, a ponerse bien.
 Y aquí, todos, lo esperamos de vuelta.



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