jueves, abril 21, 2011

Dos Reflexiones sobre Turismo y Espacio Público

UNO 
Estos días que la tradición guardaba para la reflexión en familia sobre la Pasión de Cristo, con los cuidados de no hacer ruidos, comer habichuela con dulce, participar en  las procesiones  y de ir a ver los ¨Monumentos¨en las iglesias, los nuevos tiempos lo han convertido en la opción - única- de vacaciones colectivas de la población agobiada de tanta alharaca política y cansada de las alzas de combustible- que pone en peligro las salidas de la Semana Santa entre otras cosas- me ha parecido oportuna para reflexionar sobre el turismo y el espacio publico, sobre todo ese espacio publico costero que los resorts han secuestrado hasta convertirlo en playas privadas. Y lo hago al observar coyunturalmente- la familia tiene unos apartamentos en Juan Dolio- la actitud, a veces agresiva de guardianes privados cuando algún ingenuo visitante trata de ubicarse en alguna zona de la playa, publica por ley, pero que los adiestrados guardianes entienden, siguiendo instrucciones, que es privada.
Para que nos entendamos, la Ley  305 de 1968,  define la  zona marítima de 60 metros, que se mide "desde la línea a que asciende la pleamar ordinaria hacia la tierra y que abarca todas las costas". Esta franja es de dominio público y están prohibidas las construcciones excepto aquellas que autorice el Poder Ejecutivo para fines turísticos y otros de utilidad pública. Sin embargo toda la costa dominicana esta llena de violaciones a esta ley.
Instalaciones de un Resort sobre el agua
Si pensamos que el turismo deja el grueso de sus ganancias a las operadoras internacionales o nacionales y que ademas tiene en países con el nuestro una secuela de colaterales dañinos (prostitución, prostitución infantil, drogas, depredacion ambiental, etc.)  Y si a ese panorama le sumamos el secuestro del espacio publico es justo pensar que debemos cambiar el modelo de turismo que estamos fomentando por un modelo mas amable y comprometido con nuestro ambiente y respetuoso de nuestras leyes para lo cual se necesita formular una política de Ordenamiento Territorial que responda a las necesidades de nuestros país, que trabaje en coordinación con los municipios y de acuerdo apolíticas consensuadas desde la Dirección General de Ordenamiento y Desarrollo Territorial  y las sectoriales responsables, Turismo y Medio Ambiente.
Pero, volviendo a lo que nos motiva este comentario, es necesario que nuestras autoridades hagan respetar la zona marítima de los 60 metros en favor de la población que ve limitada uno de las posibilidades de ocio de bajo costo en un momento de una crisis que se ha tornado gris oscura con tronadas y relámpagos aislados (todavía) y me pregunto, ingenuamente, ¿no podrían nuestras autoridades en estos días playeros  marcar con banderines, frente a los grandes resorts e instalaciones turísticas,  el limite de los 60 metros?
Creo que se evitarían muchos malos ratos y se preservaría un bien que pertenece a todos los dominicanos...
DOS 
La manera como se están implantando las edificaciones en el llamado Bulevar Interior de Juan Dolio, del lado de la playa, no puede ser mas perniciosa.



Edificios pantalla de hasta 12 pisos desarrollados paralelos a la costa, sin ninguna gracia de diseño por demás, bloquean toda la vista al mar, perdiendose de esa forma la conexión con el mar y las potencialidades paisajisticas de la zona ; en algún proyecto esa ubicación privilegiada se la ofertan, absurdamente, a los parqueos.
Me pregunto si no es posible establecer unas normativas que regulen la implantación de las edificaciones de forma que las mismas se desarrollen perpendicular a la costa, permitiendo aberturas hacia el mar que mejorarían sustancialmente el paisaje y la calidad urbana del Bulevar, normativas  que le quiten el protagonismo al automóvil; pienso que para estas situaciones habría que pensar en un  Código Inteligente ( Smart Code) que controle ese afán de ocupar todo el terreno, esa especie de  horror vacuo constructivo, que afecta a muchos de nuestros desarrolladores.
Me parece que el paisaje marino es un valor que pertenece a todos y no es justo que unos pocos lo secuestren egoístamente sólo para ellos.
 OR
Fotos OR