sábado, octubre 18, 2008



Panal de avispas en Haina

Emilio Brea


Darío Solano se inventó hacer un panel sobre ciudad , historia y cultura, con una visión particular sobre Haina y nos invitó, conjuntamente con Luis Guzmán y Emilio Brea a compartirlo con Luis Concepción, Síndico de Haina y Luis Maldonado, él, Darío, sería moderador, Geo Ripley, con su gorro étnico que adquirió en Kenia, nos acompañó solidario siempre con la causa del reconocimiento de los aportes de la cultura afroamericana a nuestra cultura .

La actividad se celebró en La Casa de la Cultura de Haina, en la lluviosa noche del viernes 17 de octubre, no obstante la lluvia no detuvo a un animoso grupo de haineros y la discusión se dio larga y tendida.

Esta es la reseña de Emilio de aquella actividad.

El texto, publicado en su Columna Estriada de Clave Digital, me lo envió el Brea a las 7 de la mañana del sábado 19, apenas 9 horas después de finalizar el panel.

Emilio tronó como siempre, Luis Guzmán fungió como una especie de agente provocador ( así mismo me lo dijo), Luis Maldonado nos descubrió el fascinante aporte a nuestra cultura de los grupos de Haina, Concepción dejó de lado su traje de Síndico y nos habló de la historia de Los Bajos Haina, Darío hizo malabares con la moderación para que todos participaran, Geo dio sus toques , muy modestos, de animador cultural, los haineros se dijeron muchas cosas y se comprometieron a luchar por un Haina mejor.

Yo? solo hablé del Plan Indicativo y de la acupuntura urbana y la corresponsabilidad de que habla el barsileño Lerner.

OR





La noche del viernes 17 de octubre será siempre memorable para mí.

No porque recordara la muerte, en 1849, del genio polaco de la música, el pianista Frederic Chopin, o porque recordara que en 1931, al mafioso ítalo norteamericano Al Capone lo sentenciaron a once años de cárcel, aunque fuera por evadir impuestos, no obstante que se supiera que había sido un criminal; o quizás porque pudo haber sido un fecha de conmemoración religiosa ya que el día 17 de octubre de 1912, había nacido, con el nombre de Albino Luciani, el que sería entronizado como papa bajo el nombre de Juan Pablo I en 1978.

No que va.

Esa fecha nos remite a la noche del viernes 17 de octubre, pero del 2008, cuando la Casa de la Cultura de Haina nos confirió el honor de sentarnos (en una noche de "luises") a Luís concepción, Luís Maldonado, Luís Guzmán, a Luís Omar Rancier y quien les escribe, para tras previa presentación introductoria que hiciera su mentor Darío Solano, desarrollar un panel que terminó en panal, integralmente asistido por Geo Ripley (quien nos acmpañaba) y que versó sobre las circunstancias históricas, humanas y urbanas de Haina a la vista de un improbable futuro.

El avispero generado fue realmente enriquecedor porque precisamente se habló mas de pobrezas heredadas que del provisorio futuro anhelado.

Bajos de Haina.Google

Quizás fuimos provocadores sin proponérnoslo. Pero como fuera, los presentes se condujeron, quejándose, hasta un callejón donde entonces se percataron que estaban sentados sobre una historia de riquezas, que vivían en un poblado de riquezas topográficas, paisajísticas, escenográficas y panorámicas, y que todas las quejas no hicieron más que describir el panorama futuro de riquezas que les espera si por lo menos exigieran que se les devuelva en beneficios una ínfima parte de los recursos que les han extraído los explotadores históricos.

Antes de ayer, ayer y hoy, desde los diversos mecanismos de absorción que han sido los Ingenios, Generadoras, Zonas Francas, Zona Industrial, Parque Industrial, Puerto, y Refinería, la población de Haina ha sido expoliada, contaminada, esclavizada y mantenida (con salarios de miserias) heredando el esclavismo ancestral desde la colonia, porque sus habitantes, originales e inmigrantes, solo han conocido la oportunidad laboral dependiente de esas fuentes, las que les suministraron precarios alojamientos, no viviendas, cercanas a sus lugares de trabajo, para que ellos, sus hijos, nietos y tataranietos, nacieran y crecieran haciendo lo mismo, dejándose explotar como fuerza laboral dependiente de un supuesto desarrollo empresarial que, se repite bíblicamente, capitaliza e individualiza las ganancias y solo socializa sus pérdidas.

Cada lugareño, oriundo o no, conoció entonces la diferencia entre habitante y ciudadano.

Se lo recordó una profesora rememorando a su vez a un ya famoso comunicador.

Allí afloraron, como dijo alguien, quejas que se repiten desde hace 30 años y Haina sigue igual o peor. Entre el arte académico y el arte popular, se sacaron los trapos sucios a airear en medio de acusaciones informales y entre amigos.

El verbo puesto en escena, para su conjugación permanente, durante casi toda la noche y sin tregua, fue contaminar y empezaron las plegarias: Tu contaminas, yo contamino, aquellos contaminan, nosotros contaminamos, ellos contaminan, el contamina…

Se acercaba la media noche cuando Darío Solano hizo pausa y cerró el evento que ya daba tumbos sobre el mismo tema y porque peligrosamente las quejas iban señalando con dedos acusadores a participantes y presentes, haciéndoles recordar complicidades, apañamientos y sorderas, entre cegueras y terquedades reiteradas.

Vino el abrazo final y fue cuando descubrimos que el brindis también estaba contaminado, quizás con el propósito bien logrado de soltar la lengua de los asistentes. Pero cuando nos levantamos satisfechos, sabíamos que un acuerdo sin firmar había quedado claro.

Unidos, en Haina, pueden empezar a hacer cálculos de recuperación y si se apoyan en planes futuros que ya están esbozados, dentro del genérico Plan Indicativo de Desarrollo para Santo Domingo que se empezó a gestar y seguirá siendo impulsado oficialmente, para todos sus municipios (dentro de los cuales esta éste enclave industrial que hace salida y entrada al mar, situado sobre le desembocadura del río del mismo nombre), tendrán mas riquezas que las que ha conseguido La Romana, un lugar similar aunque de otras características distintivas que les han beneficiado mas que esclavizado. Les había retado con un ejemplo sobre mi pueblo de origen, donde no tenemos nada de eso, ni refinerías, ni generadoras, ni puerto, ni parque industrial ni mucho menos una zona franca industrial, y púes claro que tampoco tenemos ingenios, pero nos la ingeniamos para salir a flote contra gobiernos irresponsables y los ciudadanos, nadie mas, acudieron en su propio auxilio e hicieron de San Francisco de Macorís lo que es, para mal o para bien. En esa ciudad que acaba de cumplir 230 años, hubo industrias, muy pocas, entre tenería, factorías arroceras, una procesadora Láctea de capital extranjero y algunas manufactureras distintas de poca monta. Hoy la zona franca está quebrada, el equipo de béisbol se cansa al final y el grupo de meritorios hijos de las circunstancias, apuesta de lejos al triunfo de la perseverancia.

Pero San Francisco tiene 3 avenidas y en Haina también hay 3, y mientras en San Francisco no hay de ninguna de las instalaciones industriales que les sobran a Haina y son motivo de sus quejas, ya quisieran otras localidades tener esas contaminaciones (controlables) que tanto daño hacen a la salud, si por lo menos ofrecieran una migaja del pan comido a sus vecinos…

Obviamente, los industriales y empresarios que usan a Haina deben hacer una parada y pagar peaje, ya está bueno de cruzar por la vía de ese enclave sin mirar siquiera hacia los lados y condolerse de la miseria ajena…