martes, marzo 19, 2019

Felíz cumpleaños Arquitecto!

Hoy, 19 de marzo de 2019, cumpleaños el Arq. Eugenio Pérez Montás, y PeNéLopE se regocija en este nuevo aniversario del Último de los Cronistas de Indias, y se complace en presentarles la presentación, Apología Íntima,  que hiciéramos cuando dictara su Cátedra Magistral  con el tema de " La Fundación de la Ciudad de Santo Domingo: Escenarios de Utopías en la Primera Ciudad Americana "
Invitación a la Cátedra Magistral que impartiera el Arq. Eugenio Pérez Montás en la UNPHU el pasado
6 de marzo.



EL Último de los Cronistas de Indias.
APOLOGÍA ÍNTIMA.
Omar Rancier.

Se me pidió hacer una semblanza del Arq. Pérez Montás, pero me he atrevido a hacer no solo una semblanza si no, también, lo que llamo una APOLOGIA INTIMA, donde quisiera dejar por sentado mi gran admiración y mi respeto por Don Eugenio Pérez Montas.
SEMBLANZA
Hablar de EPM es hablar de la ciudad, específicamente de la ciudad de Santo Domingo, su Ciudad del Ozama.

Graduado en la Universidad de Santo Domingo, con estudios en España, Estados Unidos y Holanda sobre arquitectura y planificación territorial,  nuestro Arquitecto fue el primer director de Planeamiento Urbano de la Liga Municipal en 1959, año en que regresa al país de su primer viaje de estudios. Ese mismo año se inicia en la docencia a solicitud del maestro de la primera generación de arquitectos modernos dominicanos y primer rector de esta universidad el Arq. José Antonio Caro Álvarez.

Es miembro fundador de la Asociación Dominica de Planificación en 1962, año en que lo nombran, además, Coordinador de Estudios y Director del Departamento de Planificación de la Junta Nacional de Planificación. Ya en ese entonces concebía la planificación como “política de Estado y como instrumento de metodología” Bajo su dirección se realiza el primer estudio sobre regionalización en el país, que lleva a cabo el Arq.  Guillermo Santoni.  

Ha sido el principal promotor del proceso de rescate, restauración y puesta en valor de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, donde ha intervenido la Catedral de Santo Domingo, el Museo de Las Casas Reales y el convento de Regina Angelorum, entre otras edificaciones importantes. Pero, sobre todo, y como el mismo lo reconoce, su vocación ha sido la docencia de la que dice:

 “Ser Maestro es la profesión que te permite dar de ti aquello que mas importa después de todo: tu conocimiento y tu esencia. Poder transformar vidas y compartir eso que has aprendido es invaluable”.

Todos los que estudiaron bajo su tutela reconocen el valor y la calidad de su enseñanza. “El Sasánida” le llamaban sus estudiantes entre el respeto y la admiración por el rigor de sus cátedras.

Profesor fundador de esta Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, ha sido también fundador del Comité Dominicano del Consejo Internacional para los Monumentos y los Sitios- ICOMOS-y del ICOM-Consejo Internacional de Museos, de la UNESCO y primer rector del Centro de Altos Estudios Humanísticos y del Idioma Español.

 De todas esas instituciones en que ha participado desde su fundación dice lo siguiente:
 “Creo que uno no debe hacerse eterno en las instituciones. Aunque uno las haya creado, ellas caminan solas con los otros directivos. Lo importante es que haya una generación que se ocupe de tener el conocimiento suficiente para mantener la labor para la que fue creada la entidad”

Es Premio Nacional de Literatura Juan Pablo Duarte por el libro “La Ciudad del Ozama: 500 años de historia urbana”, Premio Nacional de la Crítica de Arte y Premio Bienal de Arquitectura de Santo Domingo en la categoría de Teoría, Crítica e Historia.
Además, es Doctor Honoris Causa de esta su Universidad. Pero sobre todo es un gran profesor que es capaz de reconocer que su “ …verdadera vocación es la docencia.”


APOLOGIA INTIMA
Al Arq. Pérez Montas lo conocí primero por referencia a través de sus escritos en el desaparecido suplemento cultural de los sábados del periódico El Caribe y luego como parte principal de los Seminarios de Conservación y Restauración de Monumentos del ICOMOS. En ese entonces, hablo de finales de la década de 1970, era para mi una persona lejana, una referencia relacionada con la Ciudad Colonial, en un momento en que yo no entendía aun el valor de la conservación histórica, pero que encontraba muy interesante sus artículos.
Mamá, que intuyó, como solo hacen las madres, de mi interés por los escritos del Arq. Pérez Montás, me dijo que la madre el Arquitecto, Doña Esther, y ella eran primas hermanas; nunca le hice la referencia, aunque él siempre ha compartido conmigo documentos relacionados con mi abuelo materno Reynaldo Valdés y con el padre de mi abuelo.
Pérez Montás se convierte en una persona cercana cuando en 1981 el Grupo Nueva Arquitectura y el Grupo de Estudiantes del Centro Javier, con el apoyo del CODIA, organizábamos el primer evento de Nueva Arquitecturallamado “Arquitectura Contemporánea en la Republica Dominicana” una exposición de Arquitectura, con un ciclo de conferencias en Casa de Teatro, que se constituyó en la primera exposición de Arquitectura profesional dominicana; anteriormente sólo se habían realizados los Expo Talleres, exposiciones estudiantiles de la UASD que  iniciara  el departamento de arquitectura bajo la dirección de Rafael Calventi una década antes.
Invitamos a Eugenio Pérez Montás a que participara en el evento y sostuvimos una reunión con él en el local del Centro Javier,  una organización juvenil religiosa, en un apartamento ubicado en la calle José Conteras con Alma Mater. Recuerdo que me llamó mucho la atención un bello reloj con pulsera de concha de carey que lucía en ese momento nuestro Arquitecto. Su participación en este evento le dio brillantez a aquel primer intento de llevar la Arquitectura al público en general y además, publicó en el suplemento de El Caribe un artículo, “Ecos de un evento sobre Arquitectura Contemporánea” donde reseñaba la actividad, de la cual dijo: 
Se trataba de una revitalizante conversación sobre problemas generales que inquietan a jóvenes arquitectos de vanguardia. Un liderazgo latente y heterogéneo podía percibirse en la multitud”
Seguimos, a través del Grupo Nueva Arquitectura y posteriormente con el CARIMOS y el ICOMOS, nuestra relación con el Arq. Pérez Montás, una relación que ha ido fortaleciéndose en base al respeto mutuo y a la gran capacidad de enseñar de nuestro amigo.  Debo confesar que en cualquier conversación que hemos sostenido con él hemos aprendido algo; además, lo considero uno de los mejores conferencistas del país y es reconocido también como un líder entre los Arquitectos del ámbito de la restauración en el área del Gran Caribe.
Nuestra relación se estrechó cuando él, juntamente con el entrañable Manolito Valverde Podestá, ido a destiempo, nos confiaran (a Emilio Brea y a mi) la restauración del Castillo del Cerro, la casa de Trujillo en San Cristóbal que el tirano nunca habitó. De aquellos tiempos, recuerdo perfectamente a Manolito saludándonos, a Emilio y mi, al arribar a una reunión social en casa de Esteban Prieto a la víspera de un viaje a El Portillo donde se celebraría una reunión del CARIMOS a mediados de la década del 1980, diciendo jocosamente: “¡Aquí llegaron los muchachos de Nueva Arquitectura, hay que estar bien con estos dos para que no pongan a uno en el periódico!”.  Y detrás sonaba la carcajada en cascada de Eugenio. ¡Así de espontánea era la relación entre estos dos personajes!
Acucioso investigador, Pérez Montás, nos ha regalado una serie de textos realmente exquisitos en forma y contenido. Sus libros sobre Las Casas Reales, la Colección de sus artículos en El Caribe, el libro sobre el Ensayo Clásico y la monumental obra de “La Ciudad del Ozama” lo consagran como un gran escritor y un historiador de fuste de la ciudad; el último Cronista de Indias, como lo califiqué en la puesta en circulación de “La Ciudad del Ozama” a finales del siglo pasado. Aquella vez escribí:
“La Ciudad del Ozama es un texto obligado para quien desee conocer, por simple curiosidad o por interés histórico, arquitectónico, urbano o académico, sobre la ciudad de Santo Domingo.
Es una excelente recolección de datos dispersos sobre la ciudad y de gráficos que atestiguan su conformación morfológica paso por paso.
Es una Crónica de la ciudad, desde su fundación hasta nuestros días.
Eugenio Pérez Montás es un Cronista.
Cronista de las peripecias de una ciudad que se asoma entre las ondas del río Ozama, al mítico Mar de los Indios Caribes combatiendo piratas de viejo o nuevo cuño o entonando un bolero entre las brisas de un atardecer lúdico.
Quizás sea el Último Cronista de la estirpe de los Cronista de Indias.
Un Cronista que ha escrito un libro excepcional sobre una ciudad también excepcional”
Y sí, creo que Eugenio Pérez Montas, es el último Cronista de Indias,  esa estirpe de hombres y mujeres- pienso en Doña María Ugarte- que han rescatado la historia, la memoria y los saberes de la muy ilustre ciudad de Santo Domingo.
A Eugenio Pérez Montás le tengo un especial afecto y un respeto profesional muy grande, a pesar de nuestras diferentes aproximaciones ideológicas, porque ha sabido ser coherente en sus planteamientos, porque ha sentado cátedra de excelencia en las aulas universitarias, primero en la Universidad de Santo Domingo y luego en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, de la que es uno de los profesores fundadores  y porque siempre está en búsqueda de nuevos conocimientos, como ahora que trabaja sobre los textos de Foucault, “tu filosofo favorito” como suele decirme a menudo.
Soy un gran admirador del Arquitecto Pérez Montás y reconozco que me siento honrado con su amistad y que ha sido para mi uno de mis dos personajes inolvidables – el otro es el Arquitecto Manuel Salvador -Doi- Gautier, aunque él no quiera creerlo.
Eugenio Pérez Montás, su manera de ser, elegante y precisa, sus gustos por la familia real inglesa y por algunas novelas y series históricas de televisión han sido para mí referencias de su inmensa humanidad, una humanidad que lo hace al mismo tiempo maestro, historiador, intelectual, conferencista magnífico, restaurador consagrado y un ser humano sensible y admirable.                                                                  
Omar Rancier
Alosseisdiasdelmesdemarzodeldosmildiecinueveen launiversidadnacionalpedrohenríquezureña.