domingo, enero 31, 2010

Dos Libros y Algunos Recuerdos Puertorriqueños.

Después de haber tratado el tema del terremoto terrible que devastara las ciudades de Port au Prince y Jacmel entre otras localidades haitianas, para Penélope, es , dentro del shock que aun nos estremece, un verdadero placer comentar dos libros editados en Puerto Rico que me hicieron llegar en diciembre dos amigos muy queridos, Placido Piña y Andrés Mignucci, los textos son "Luis Flores, Arquitecto" y "Arquitectura Contemporánea en Puerto Rico. 1976/1992."

Uno de los libros recoge la obra de un Arquitecto al que estimo y respeto mucho, Luis Flores, uno de los Arquitectos más creativos del Caribe y que ha sabido reinterpretar las claves culturales y tipológicas de esta región colocada en el camino del sol, a decir del Poeta. Este libro viene acompañado de un ensayo antológico escrito a dos manos por Emilio Martínez (otro de mis personajes inolvidables, tránsfuga cultural, en el buen sentido, de las tres islas) y Plácido, quienes hacen, desde la experiencia dual de la amistad y el ejercicio profesional, el perfil de Luis Flores y una evaluación de los aportes del Arquitecto a la Arquitectura puertorriqueña y del Caribe, el libro recoge dos articulos del propio Luis Flores y una introducción del reconocido escritor puertorriqueño, Edgardo Rodríguez Juliá, sus palabras durante la entrega del Premio Henry Klumb al Arquitecto Flores.

El otro libro que nos regala Andrés Mignucci, una reedición de la publicación de 1992, es un recuento de la arquitectura contemporánea de Puerto Rico entre los años 1976 y 1992 hecho a través de los premios de la AIA capitulo de Puerto Rico, que es aprovechado por Mignucci para, en un ensayo introductorio, plantear algunas reflexiones seminales sobre la arquitectura y el urbanismo de Puerto Rico y del Caribe hispánico.

Ambos textos, bella y cuidadosamente editados, me han llenado de recuerdos de más de dos décadas de activismo arquitectónico y amistad, que se fueran tejiendo entre Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba ( no es posible desvincular de este ensayo la obra y presencia de Fernando Salinas, el desaparecido maestro , erudito y sonriente, Mario Coyula, otro maestro de la relectura de la historia edificada de Cuba y el Caribe, Roberto Segre, Ítalo-argentino-cubano, ahora radicado en Sao Paulo, creador de la historiografía marxista de estos lares, conflictivo y anecdótico y de José Antonio Choy y Julia León, creadores de una nueva imagen de la arquitectura cubana, solidarios y afectuosos). Sobre todo los recuerdos de un viaje inolvidable que realizáramos con Plácido a Puerto Rico en 1989, ocasión en que cruzamos la isla de San Juan a Ponce y donde conocí el voraz apetito de conocimiento de Plácido que nos llevó a escanear, literalmente, Ponce, San Germán y el Viejo San Juan en una de las visitas mas edificante que jamás haya realizado.

Dos puntos luminosos resaltan de estos recuerdos de aquel viaje memorable, un almuerzo al atardecer en un bello restaurante a la orilla del mar en algún lugar entre Ponce y San Germán y la anécdota de Plácido, una persona renuente a que lo fotografíen, quien durante la visita del Cuartel Colonial de San Juan, me pide que le saque una foto en las escaleras del cuartel en el mismo momento en que se me acabara el rollo de diapositivas.

OR


Arquitectura Contemporánea en Puerto Rico. 1976/1992, Andrés Mignucci, Editor. A+, AIA Puerto Rico.

El recuento que recoge los premios de la AIA PR desde 1976 hasta 1992, es un intento muy logrado de presentar el desarrollo de la Arquitectura de Puerto Rico en los últimos 25 años del siglo XX.

Los proyectos premiados realmente se constituyen en un excelente resumen de la Arquitectura de la vecina isla donde, en una primera parte, aparece la dependencia a las tendencias que se desarrollan en los EUA, pero luego comienzan a aparecer cuestionamientos a partir de los planteamientos del Racionalismo Critico, la Tendenza y el Posmodernismo que recurren a la memoria colectiva o a los referentes culturales y tipológicos.

El Ensayo de Mignucci no tiene desperdicios y sus consideraciones sobre la ciudad y sobre Puerto Rico y el Caribe, son reflexiones inteligentes de una realidad que se ha hecho presente en nuestras islas, la perdida de los referentes de identidad (“Identidad es no ser idénticos”, decía Salinas) y por otro lado la sistemática pérdida del espacio público en nuestras ciudades.

El reconocimiento que hace de la influencia en las nuevas generaciones de los estudios realizados en los ’80 y los ’90 de documentación urbana realizados por Jorge Rigau en Puerto Rico y Cuba y por Rigau, Emilio Martínez y Mignucci en Santo Domingo ( Arquitectura Dominicana. 1890/1930) adquiere toda su dimensión critica cuando señala que “sin embargo, la claridad figurativa de la arquitectura tradicional y su capacidad de apelar a sentimientos nostálgicos la hacen altamente mimética y victima potencial de un mercado de fachadas determinado e impulsado por la moda vigente.”

Luis Flores. Arquitecto. Colección Catálogos de Arquitectura 2009.

A Luis Flores los conocimos a finales de los años de 1980, a través de la presencia puertorriqueña en las Bienales de Arquitectura de Santo Domingo del Grupo Nuevarquitectura y a partir de ese momento, conjuntamente con Emilio Martínez, Jorge Rigau, Héctor Arce, Andrés Mignucci, Manuel Bermúdez, Enrique Vivoni, Sammy Corchado, Thomas Marvel, Ricardo Medina y muchos otros, se fue tejiendo una relación profesional y de amistad que se completó con Arquitectos de todo el arco de las Antillas y del Gran Caribe: Gustavo Torres y Serge Letchimy de Martinica, Salinas, Coyula, Segre, los Choy, de Cuba, Bruno Stagno de Costa Rica, entre otros.

La Arquitectura de Luis Flores ha recorrido todo el repertorio del Caribe Español en búsqueda de una definición caribeña y lo ha hecho con una gran calidad y fortaleza conceptual.

Los trabajos del Tuque y la serie de Estaciones de Carros públicos son antológicos y representan ese intento continuado que ha realizado Luis Flores en su propia búsqueda personal de una Arquitectura que sintetice lo caribeño

.

Bien lo sintetizan Emilio Martínez y Plácido Piña cuando escriben:

“La incursión de Luis Flores en los temas de lo puertorriqueño y, en su contexto más amplio, de lo caribeño, es una de las aportaciones y legados más relevantes de su obra arquitectónica. Utiliza y pone “en-vogue” una gama de elementos tropicales como las pérgolas, ventiladores, techos a dos aguas, aleros, trellises y ventanas de celosías, que colocan su obra en verdaderas latitudes tropicales. Integra estos elementos, que se encuentran en múltiples expresiones en la arquitectura vernácula caribeña, y los utiliza con gran maestría en su obra.

OR.

Emilio Brea, Luis Flores, Plácido Piña y Omar Rancier, en las escalinatas de la entonces Galería de Arte Moderno durante la celebración de la Segunda Tercera Bienal de Arquitectura y Primera Bienal de Arquitectura del Caribe realizada en 1990. La foto la tomó Cesarito de la Cruz y el montaje de las tres fotos lo hizo Ricky Mejía.

2 comentarios:

ppina dijo...

Es verdad, Omar, comparto contigo el aprecio a esa experiencia boricua que se une a muchas otras, y de algún modo han ido consolidando mi admiración.

Y más que nostalgia son recuerdos que estimulan siempre de cara al futuro.

Pla

Anónimo dijo...

I'm truly enjoying the design and layout of your website. It's a very
easy on the eyes which makes it much more enjoyable for me to come here and visit more often.
Did you hire out a developer to create your theme?
Excellent work!
Here is my web blog ; GFI Norte