Guillermo González frente al Jaragua, con su Studebaker, automovil diseñado por el famoso disenador industrial norteamericano Raymond Loewy, a quien dedica la foto.
Emilio Brea envía este trabajo rememorando los 25 años de la demolición del Hotel Jaragua, el de verdad, el de González.Algunas fotos ilustran algunos momentos de aquella obra demolida sin necesidad.Siempre recuerdo la reunión que sostuvimos en el despacho de Doña Rosita Meléndez, en ese entonces Directora de la Galería de Arte Moderno, César Iván Feris, Erwin Cott, Agliberto Meléndez y yo.en aquella reunión le informábamos a Doña Rosita la importancia de la obra de Guillermo González que se iba a demoler, Doña Rosita llamó delante de nosotros al entonces Presidente de la República, Dr. Jorge Blanco y le trató de explicar por que no debía demolerse el Jaragua, incluso puso al habla con el Presidente al Arq. Feris, quien también le explicaba la importancia del Hotel Jaragua, Joge Blanco respondió a esas explicaciones coordinando una cita con el entonces Secretario de la Presidencia Rafael Flores Estrella.Fuimos a la cita con Flores Estrella para oir asombrados como este señor desfachatadamente explicaba que el Hotel Jaragua debía ser demolido porque unos estudios realizados por unos especialistas no identificados había dado como resultado el diagnostico de que el salitre había afectado tanto el acero de la estructura que la misma estaba a punto de colapsar (!!!!!), finalmente se quedó en que Flores Estrella iba a coordinar una reunión con los contratistas, en la que participaría además el CODIA, para discutir algunas alternativas para salvar la obra. Aun estamos esperando esa reunión.OR
Hotel Jaragua original, Guillermo González, 1942
Hotel Jaragua con el anexo y los bungalows diseñado por Guillermo González en 1945
25 Años después
El jueves 15 de abril se cumplieron 25 años de la destrucción del auténtico Hotel Jaragua. Empezaron a demolerlo el martes 7 de marzo de 1985, y sólo después de un desmantelamiento que a la distancia (desde el penthouse del desaparecido edificio de apartamentos “El Jaragüita”) parecía saqueo de turbas.
No existía entonces el Hotel Quinto Centenario y la panorámica, desde allí, era limpia y dejaba ver todo. Ahora ya tampoco está “El Jaraguita” En él vivió Francisco Guillermo González Sánchez, que sólo una vez usó su primer nombre (en un documento académico en Yale donde hizo carrera universitaria). Le había hecho el penthouse como ampliación, esperanzado en que su familia regresaría. Le habían abandonado antes de que estallara la guerra civil del 1965. Pero también perdió el inmueble por vencimiento de hipotecas, el que orgullosamente le pertenecía desde principios de la década del 50 y del que se tuvo que mudar, para edificar un modesto apartamento justo al lado, años antes de su muerte, ocurrida diez días después de haber cumplido 70 años, el 13 de noviembre de 1970. Una extensa polémica sobre las pertinencias de conservar el hotel, o de echarlo abajo, matizaron parte de la vida periodística de ese momento.
El Grupo Nuevarquitectura Inc. (GNA) estaba en su apogeo. Pero le afectaba la coincidencia de haber perdido el espacio de difusión que mantenía en El Nuevo Diario desde el 3 de mayo de 1982, cuando la entidad cumplió tres años de haber sido fundada en las aulas de la UASD. La HOJA de ARQUITECTURA fue un medio semanal que resultó idóneo para ejercer presión, protestas, divulgación y difusión de la arquitectura. Pero la intolerancia y los intentos de censura de los “democráticos” dirigentes del tabloide, precipitaron la salida del GNA del rotativo de la calle Francia y con dos números más se agotó en El Nacional, en 1984.
Hacia finales de ese año, el colectivo dedicado al estudio, crítica y concienciación de la arquitectura, realizó el montaje de un seminario y exposición de trabajos en el antiguo Centro Cultural Dominico Hispano (hoy Centro Cultural Español), sobre el tema de La Arquitectura Contemporánea como Patrimonio Cultural y el subtema era, por supuesto, el Hotel Jaragua y su anunciado despropósito de derribarlo.
Arquitectura Moderna como Patrimonio Cultural. A la izquierda yo me seco el sudor ( creía que era Emilio, Emilio corrigió y me dijo que era yo) y en el centro Enrique Coradín y Guaroa Noboa entregan un certificado.
Destacó el memorable mural fotográfico que silueteaba las inolvidables formas del hotel. Imposible citar la inmensa cantidad de gente que trabajó en ésta y otras tareas alusivas al GNA y sus iniciativas.
El Jaragua existió, en uso, por 41 años. Con dos cerrados, la emprendieron contra él obviando sus potencialidades turísticas de reincorporación comercial, para explotar la nostalgia de época, la gastronomía, la usanza de vestimentas, música, y decorados, automóviles incluidos; hubiera sido el más exitoso museo vivo del área del Caribe.
Pero más pudo la ignorancia y lo derribaron primero con cargas implosivas de dinamita que desmintieron la supuestamente erosionada capacidad estructural del mismo, que fue el argumento del Secretario Administrativo de la Presidencia -con voz en el debate-, y del entonces Secretario de Turismo, quien se hizo eco de dichas interpretaciones.
El hotel terminó demolido con golpes de bola de acero, destruyendo así por completo la fisonomía del lugar que cobijara las orquestas de Antonio Morel y la de Luís Alberti en los bailables del patio español (o andaluz), un memorable espacio abierto que reservara el arquitecto González Sánchez, para rememorar el Club Caleta Palace de Málaga, donde fue la fiesta matrimonial de su alianza afectiva con la mujer que fue su esposa, andaluza también, Mercedes Fernández Canivell (+ 1965). Ese año se había casado en Málaga su hija Blanca Nieves, a los 25 años (n. 4 de enero 1943). De la familia González Fernández queda, además de Blanca Nieves, su hermano, George Guillermo (n. 11 de abril 1947).
Guillermo y Mercedes
Del arquitecto González Sánchez se está borrando su recuerdo como igual se fue perdiendo su obra. Ya queda muy poca…
Luna sobre El Jaragua, bello grabado de Rafael Alvárez que se presentó por primera vez en el seminario del Grupo Nuevarquitectura, Arquitectura Moderna como Patrimonio Cultural.
1 comentario:
En un paìs donde vale mucho màs lo presente y luego de algùn tiempo tambien es echado al olvido, se puede decir que no existe sontenibilidad del patrimonio, la arquitectura es vista desde una perspectiva de poca importancia, y màs si se trata de valores como este. Es increible y lamentable que la ignorancia y el poder de esa epoca, hayan terminado con un patrimonio cultural de tal magnitud. Excelente entrada digna de ser compartida con las nuevas generaciones.
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