jueves, septiembre 29, 2016

A cinco años de la muerte de mi amigo...

A Pablo, siempe!

Hace cinco años regresando de un Haití siempre deconstruído, en la llamada "Recta de Mella", cerca de Duvergé, nos volcamos y con el vuelco perdí un gran amigo, un hermano y cómplice en la construcción de sueños: Pablo Morel. Santiaguero de pura cepa, arquitecto de gran sensibilidad, exquisito fotógrafo que exploró a profundidad y con gran respeto y sensibilidad el sincretismo religioso de nuestro pueblo, esposo respetuoso y amoroso padre.
Hoy, mientras trotaba por la ciudad oscura y silenciosa, lo vi en su estrella y los ojos se me anegaron de lágrimas y el corazón, contrito, se acongoja.
Hoy quiero pensar en Pablo, mi amigo y acompañar en su memoria a Francoise, a Rainer y a Beatriz en su tristeza, a Luis Guzmán, a Geo y Marcial, a Chelo y a Carlos Andújar y a todos aquellos que conocieron y apreciaron en su justo valor a Pablo.
Hoy quiero recordar a Pablo y aunque su figura se desdibuje en el tiempo, su recuerdo es cada vez más fuerte.
Hoy quisiera, simplemente, llorar a mi amigo, a los cinco años de su partida.

OR