Arando en el mar?
37 años y un día del Grupo
Nuevarquitectura.
Como todos los tres de mayo, escribo mi
testimonio de agradecimiento –esta vez el día cuatro- al grupo de mujeres que me
permitieron vivir la aventura de Nuevarquitectura. La iniciativa gestada en un
grupo de arquitectas recién egresadas de las aulas de la UASD, insatisfechas
con el grado de conocimiento adquirido en la academia, de organizar un grupo de
estudios, floreció cada tres de mayo en los resultados de un grupo muy especial
que tuvo el coraje de iniciar, contra viento y marea, un proceso de critica y
de estudio de la arquitectura dominicana que aun no se ha igualado, entre otras
cosas porque no ha habido un relevo generacional comprometido con la arquitectura
dominicana de una manera tan desinteresada y sincera como lo ha hecho el GNA.
Ese vacío generacional comprometido con
denunciar, estudiar, criticar en el mejor de los sentidos y promocionar nuestra
arquitectura me hace pensar que durante 37 años hemos estado arando en el mar.
Nada ha cambiado excepto que no hay una voz nueva tratando de “desfacer
entuertos” y celebrando los aportes al pensamiento teórico y a la profundidad
del diseño.
Seguimos secuestrados como nación por
políticos y politicastros, por saltimbanquis y comediantes, por comerciantes de
los valores y promotores de la no ciudad. Seguimos teniendo ministerios que
entienden que ampliar vías a costa del verde urbano y hacer elevados es hacer
una ciudad mejor. Seguimos deslumbrados por los espejismos del turismo cuyos
promotores se dan el lujo de admitir que apoyan las violaciones de las
normativas urbanas.
La ciudad colonial de Santo Domingo sigue sin doliente y asaltada y amenazadas
sus ruinas todo por la irracionalidad de tener una arquitectura de “marca”
negándose a la capacidad local y convirtiéndose en un barrio de lujo producto
de la gentrificación planificada. La metrópolis se sigue tragando cada año casi
nueve veces la ciudad colonial en su expansión muchas veces
hacia tierras agrícolas.
Las universidades no acaban de aterrizar en
su rol de formadores de una conciencia social y se llenan de masters y PHD’s
que no aportan nada, que no escriben nada, que no investigan nada y que
utilizan su grado como escudo para lidiar en licitaciones y acreditaciones.
La apartamentosis aguda que diagnosticara
Emilio hace mas de treinta años se ha multiplicado al punto de crear la
paradoja de Gascue. Los barrios populares y pericentrales se convierten en grandes tiendas y
estacionamientos y las plazas públicas son desplazadas por los grandes “malls”
climatizados. Realizar las Bienales de Arquitectura de Santo Domingo sigue
siendo una labor titánica en la que hay inclusive que sufrir desplantes ministeriales de un ministerio
venido a menos por su propia
negligencia.
Aramos en el mar? No pudimos motivar a
una nueva generación que nos relevara en la contienda? Tenemos tan poco
futuro?. No se, pero hay algo que me dice que aun hay esperanzas y por eso
agradezco a Edda Virginia, a Sheyla ,a Angelita, a Fatima y a Nourys su poética
y trascendente iniciativa. Agradezco también a Manuel, a Raffi, a Emilio(
siempre en el corazón), a Cuquito ( ese inmenso humanista que ayer también
cumplió años), a Plácido, Eduardo, Don
Billie, que me alentaron a seguir, a Harry, Yuyo, Cesar, Jordi, a Joaquín, a Guaroa,
Carlos, a Pablo Morel a quien todavía lloro, a Luis, a Pablo y Pedro José, a
Tobi, a Don Eugenio Pérez Montas a quien tanto admiro, a Manolito y a Rafael
Tomas, a Cuqui el último caballero de Santiago, a Carmen y Lourdes , a Juan, a JED, a Blonda, Maura, Linda, A Miguelín, a Nicolás, a
mis estudiantes, los de ahora y los de siempre, a todos mis amigos y a mi familia y a todos los que nos apoyaron
y apoyan.
OR