domingo, noviembre 03, 2024

 El Día de la Arquitectura Dominicana y dos eventos importantes

El Día de la Arquitectura  Dominicana se establece en 1988 a solicitud del Grupo Nuevaarquitectura en el decreto 503-88 firmado por el entonces presidente Joaquin Balaguer. Se asumió ese día por ser el día de aniversario de Guillermo Gonzalez Sanchez, considerado cómo el padre de la arquitectura moderna dominicana y así quedó establecido en el decreto.


 3 de noviembre de 1988, el GNA celebraba la Segunda Bienal de Arquitectura de Santo Domingo dedicada al maestro de la arquitectura moderna José Antonio Caro Alvarez, la primera muestra se dedico a Guillermo Gonzalez.Un día antes de la inauguración de la misma el Arq. Rafael Tomas Hernandez, se acerco a Emilio Brea y le dijo, “esta noche sale el decreto” para reafirmar su compromiso para que se reconociera la arquitectura dominicana en el país.

Este año el 3 de noviembre, Día de la Arquitectura Dominicana, se celebra entre dos eventos importantes.


En octubre, del 22 al 25, la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña realizó exitosamente el Primer Congreso Internacional de Arquitectura y Urbanismo con la participación de cinco conferencistas magistrales de gran reconocimiento internacional; Juan Herreros, Belén Moneo, Felipe Assadi, Adrian MacGregor y Kai-Uwe Bergmann y mas de 20 ponentes internacionales y nacionales, donde se discutieron impactantes temas sobre la arquitectura contemporánea.

Y el 5 de noviembre , organizada por  la Sociedad de Arquitectos de República Dominicana SARD, se inaugura en el Museo de Arte Moderno, luego de 12 años de ausencia la XII Bienal Internacional de Arquitectura y Urbanismo de República Dominicana donde actuarán cómo jurados los arquitectos Rafael Alvarez, dominicano y los Italianos Alessandro Melis, Marco Casamonti y Carlo Ratti, curador de la Bienal de Venecia 2025, les acompañará la arquitecta dominicana  Yermis Peña cómo secretaria del jurado. En esta ocasión la muestra bienal contará con mas de 80 proyectos para ser evaluados.


Es importante señalar que ambos eventos han sido organizados por dos arquitectas dominicanas: Heidi De Moya, directora de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la UNPHU y Adis Ozuna, presidenta de la SARD, lo que demuestra y hace patente la importancia de las arquitectas dominicanas y su compromiso con nuestra sociedad.

¡En hora buena y felicidades a los arquitectos y arquitectas dominicanos en el Día de la Arquitectura Dominicana!

OR


martes, octubre 22, 2024

CIAU





Hoy se inician las actividades del Congreso Internacional de Arquitectura y Urbanismo-CIAU- organizado por la Escuela de Arquitectura y Artes de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. La idea es que sea un espacio disruptivo y permita hacer una prospectiva arquitectónica y Urbana.

De acuerdo a los organizadores este Congreso academico:

es más que un evento, es un foro para el intercambio de conocimientos y una plataforma para la colaboración. Aquí, académicos, investigadores, profesionales y estudiantes se unen en un ambiente de aprendizaje y descubrimiento. Desde presentaciones de investigación hasta mesas redondas y conferencias magistrales, cada actividad está diseñada para estimular el pensamiento, fomentar el diálogo y promover la innovación.

El objetivo principal de un congreso académico es catalizar el intercambio de ideas, fomentar la colaboración y contribuir al avance del conocimiento. Cubriendo una amplia gama de disciplinas, desde ciencia y tecnología hasta medicina, humanidades y ciencias sociales, estos eventos son esenciales para el crecimiento académico y profesional.

La idea es pensar desde la academia la arquitectura cómo parte de la ciudad y retomar su ethos cómo expresión social, en un momento donde la búsqueda de la identidad corporativa ha impactado en la pérdida de pensamiento en la practica profesional.

Con la participación de profesionales y estudiantes de América Latina y ponencias magistrales de Juan Herreros y Belen Moneo, de España, Felipe Assadi de Chile, Adrian MgGregor, de Australia y Kai-Uwe Bergmann de Dinamarca , se presentaran ponencias que nos mostraran las tendencias que se desarrollan actualmente en el mundo sobre la sostenibilidad, la tecnología y el pensamiento innovador y disruptivo.

Este CIAU es un reto para la academia por su contenido. Es necesario reiniciar (restart) ,desde la academia, todo el sistema. Esta es una buena oportunidad.

 


Más información en 


 

 

 


sábado, agosto 03, 2024

 

Una semana aciaga.

 

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

Miguel Hernández.

Elegía a Ramón SIjé

 

 

Esta semana ha sido una semana de perdidas dolorosas para la arquitectura y el interiorismo dominicano.

Dos grandes figuras se han ido dejando un vacío y un asombro inmenso entre nosotros.

Primero fue Patricia Reid Baquero, diseñadora maravillosa que supo conciliar lo local con lo universal. Hija del maestro de la arquitectura William Reid, don Billie y de doña Margarita Baquero, actriz de gran talento, llevaba el arte en sus venas y lo hizo florecer con sus diseños. Luego, recién salimos de su misa en la catedral, recibimos la infausta noticia del fallecimiento del arquitecto César Iván Feris Iglesia. Maestro restaurador, profesor de Historia del Arte, forjador de conciencia en la restauración de monumentos y en la fe en varias universidades, entre ellas la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, UNPHU, la Universidad Central del Este, UCE, la Universidad Católica de Santo Domingo, UCSD de la que fuera fundador y primer rector y la Universidad APEC, UNAPEC. 

Siempre recuerdo su amor y conocimiento sobre su San Pedro de Macorís  natal y su arquitectura, y lo que nos dijera cuando, con Emilio Brea, trabajábamos en la recuperación de la Casa del Cerro en San Cristóbal y le comentábamos sobre los plafones en yeso de la casa que lo calificábamos como de mal gusto, en aquella ocasión nos dijo: “ No hay que ser tan drástico, sabes? Lo que ahora es de mal gusto podría considerarse una obra maestra por otra generación”.  Una gran verdad.

Penélope se une al dolor de las familias Reid Baquero y Feris Iglesias.

¡Creo que siguen brillando con luz infinita allá, en su estrella, que es también mi estrella poblada!

OR

 

Compartimos dos textos de Constantinos Saliaris, director de la Escuela de Diseño de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, que resumen un sentir generalizado.


Patricia Reid Baquero. Foto: noticiassin.com

 

Patricia.

Constantinos  Saliaris

 

¡Que en la Gloria del Señor se encuentre desde ya el espíritu de nuestra valiosa egresada de la Escuela de Diseño de la UNPHU, Patricia Reid Baquero, verdadero referente del diseño de interiores en nuestro país!

 

Patricia, siendo una gran señora, miembro de la alta sociedad, no sólo en nuestro país, sino en el extranjero, nunca perdió el sentido de lo humano, poseyendo una sencillez que la caracterizaba, dispensando un trato correcto a todos los que le rodeaban, sin medir su condición.

 

Como profesora en nuestra Escuela de Diseño de la UNPHU, impulsó la carrera de muchos de sus estudiantes que hoy son Diseñadores de Interiores, con una obra importante en nuestro país.

 

Como diseñadora de interiores deja una obra amplia, muestra de su exquisito refinamiento. Su obra, valorada por propios y extraños, tanto en nuestro país como fuera de él, siempre procuró mostrar lo autóctono, confiriéndole un valor único al realzar su belleza, en la forma en que ella lo articulaba en el espacio. Para Patricia, lo dominicano tenía un gran valor y lo mostraba y lo demostraba en cada oportunidad.

 

Hija de dos glorias: el gran arquitecto William Reid Cabral, de la segunda generación de arquitectos modernos de nuestro país, que tantas obras extraordinarias dejó como legado; y de doña

Margarita Baquero de Reid, hermana de esa otra gloria de nuestra arquitectura, Manolito Baquero, ella, actriz de alto vuelo, gran dama y señora. Sus hermanos, algunos idos a destiempo (de recordar, a nuestro muy apreciado Carlos, arquitecto como su padre), formaban junto a ella, sus tíos (Donald, Robert) y primos, una sólida familia de empuje político, empresarial, moral y cultural, para nuestro país.

 

Patricia fue también una artista con una obra reciente de excelente factura, en la que mostraba su paciencia y la dulzura de su espíritu. Su casa, al igual que la de sus amados padres, era un museo, en el sentido de mostrar las piezas artísticas y artesanales de todo el mundo, que coleccionó en sus muchos viajes al exterior; pero también un espacio para lo dominicano, que colocó en el sitial de su preferencia.

 

¡Que en paz descanses, Patricia, tu legado servirá para rememorarte en esta tu tierra, y los dones de tu espíritu de luz, ¡para abrirte las puertas del Paraíso!




César Iván Feris Iglesias frente al retrato creado por Dustín Muñoz. Foto: dustinmunoz.net

 

César Iván.

Constantinos  Saliaris

 

 

César Iván Feris Iglesias, a quien simplemente llamábamos César Iván coloquialmente, era una de las personas más nobles que yo haya conocido: su empatía y solidaridad humana, que yo evidencié directamente, eran impresionantes. Persona noble, amigo que no abandonaba a sus amigos en sus horas oscuras, siempre rescatando almas para el Señor y padres y esposos para sus familias.

 

Guía, profesor, pero, sobre todo, maestro: ¡nunca olvidaré sus enseñanzas y su ejemplo! Segundo director de la Escuela de Diseño de la UNPHU, luego de ese otro gran maestro, que es Benjamín Paiewonsky.

 

Fue mi primer jefe, aún en los años de estudio de arquitectura, cuando su casa y su estudio estaban en la Arístides Fiallo Cabral, donde empieza la Correa y Cidrón, enseñándome mucho sobre el buen trato a sus clientes, que él llamaba sus amigos. Con él empecé a disfrutar los trabajos de interiorismo y a afianzar la riqueza que se deriva del buen trato con los demás, aportando felicidad.

 

Como olvidar sus clases de Historia de la Arquitectura III, IV y V, en que nos ponía a desarrollar trabajos, que fueron excelentes, sobre los tópicos que nos asignaba y que al presentar corregía con su sapiencia y gran capacidad discursiva. Fueron inolvidables las visitas en que nos guiaba por la ciudad colonial de Santo Domingo y el centro histórico De San Pedro de Macorís, enseñándonos a apreciarlos en su justo valor.

 

Cuando conocí a César Iván fue para mi una especie de reencuentro por nuestras raíces comunes, ese San Pedro de Macorís que tanto amó, y por la relación con miembros de mi familia que eran de su edad o mayores. Siempre se desvivía en elogios para cada uno de ellos, transmitiéndome un sentido mayor de orgullo y felicidad.

 

Forjó una hermosa familia con su amada Ingrid: sus hijos son fiel testimonio de haberles transmitido principios y valores humanos y cristianos. César Iván era un devoto practicante y no faltaba a las misas y otros servicios religiosos propios de nuestras creencias. Su actividad piadosa le caracterizaba.

 

Su bonhomía le brotaba por los poros, desde que llegaba a cualquier lugar y grupo, su presencia alegre llenaba el espacio, con su espléndida sonrisa, omnipresente.

 

César Iván: ¡Sé que el Señor te ha llamado porque reclama a su lado los espíritus buenos, entre los cuales destacas! ¡Que Dios haya acogido tu espíritu y nos de la fortaleza para aceptar tu partida! ‎

 

 

viernes, mayo 03, 2024

 


3 de Mayo.

Para que no se olvide.





 

El 3 de mayo de 1979, después de que un grupo de jóvenes arquitectas recién egresadas de la UASD-Edda Virginia Grullón, Angelita Burgos, Sheila López, Fátima Karam y Nouris Bello, interesadas en mejora su formación profesional, iniciaron un grupo de estudio de arquitectura, al que posteriormente se integraron Manuel Pujols, Omar Rancier, Emilio Brea, Rafi Lantigua y Gustavo -Cuquito- Moré, decidió convertir ese grupo de estudio en el Grupo Nueva Arquitectura, con el objetivo de difundir la arquitectura, principalmente la arquitectura dominicana, organizando conferencias y exposiciones, reconociendo a los grandes arquitectos dominicano, fomentando el debate y la crítica a través de artículos y publicaciones, defendiendo el patrimonio edificado y sobre todo dando a conocer los aportes de los arquitectos dominicanos a nuestro desarrollo como país.

Para eso organizaron exposiciones y conferencias, entre ellas Arquitectura contemporánea en la Republica Dominicana en 1981 en Casa de Teatro, ciclo de conferencias y exposición en homenaje al Arq. Manolito Baquero; Arquitectura ’83 en la Republica Dominicana, en 1983, en el entonces Instituto de Cultura Hispánica hoy Centro Cultural de España; Arquitectura Moderna como Patrimonio Cultural, a raíz de la demolición del Hotel Jaragua ; Mujer , Arquitectura y Sociedad, primer seminario sobre la mujer en la arquitectura dominicana; Santo Domingo 500, antes del 2000.

En 1986 iniciamos, con la Primera Bienal de Arquitectura de Santo Domingo, en el 1990, con la Tercera Bienal de Arquitectura de Santo Domingo hicimos la Primera Bienal de Arquitectura del Caribe. En el 1991, se realiza en la UNPHU, el primer Seminario Internacional de Arquitectura y Urbanismo de las Antillas, donde se consolida un grupo de amigos del Caribe con los puertorriqueños Luis Flores, Manuel Bermúdez, Emilio Martínez, Jorge Rigaud, Andrés Mignucci; los cubanos, Roberto Segre, Fernando Salinas, Mario Coyula y José Choy López; Gustavo Torres y Serge Lechtmy de Martinica y del país entre otros.

Durante dos años ininterrumpidos publicamos en el Nuevo Diario, Hoja de Arquitectura, lo que dio origen al libro “100 Hojas de Arquitectura” publicado por la UCE y publicamos 4 números antológicos de la revista Archivox.

En 1988 el GNA logra que se emita el decreto 503-88 que designa el 3 de noviembre, fecha de nacimiento de Guillermo González, como Dia de la Arquitectura Dominicana, y en el 1992, durante la celebración del Quinto Centenario, el grupo logra que se emita el decreto 579-92 que crea el Dia del Urbanismo Dominicano para el 4 de agosto.

Muchas cosas mas se hicieron y muchas quedaron por hacer.

Este escrito tiene la intención de recordar lo que se hizo, para que no se olvide y agradecer a esas cinco magnificas mujeres arquitectas dominicanas, Edda, Angelita, Sheila, Fatima y Nouris, por permitirme ser parte de esa aventura.

OR









jueves, noviembre 23, 2023

 La consolidación de la vulnerabilidad. A propósito de las aguas de noviembre.





Lo sucedido el sábado 18 de noviembre, como lo sucedido un año antes, nos demuestra cuán vulnerable es la ciudad de Santo Domingo. Obviamente la conjunción de varios factores, una serie de eventos desafortunados incrementó dramáticamente el efecto, que esta vez costó muchas más vidas que el año anterior.

Algunos de esos factores, como los efectos del cambio climático o la impresionante cantidad de agua que trajo la tormenta, podrían considerarse imprevisibles, pero lo cierto es que a esa condición de aleatoriedad se le debe sumar la falta de prevención tanto en la planificación urbana como en la implementación de programas de prevención y mitigación de desastres. Una de las lecciones que no se ha acabado de comprender es la responsabilidad del Estado de desarrollar programas de prevención entre los cuales debe destacarse los programas de supervisión sistemática de las estructuras viales y vitales, que además deben ser programas transversales a todas las escalas de planificación, comenzando por la Planificación municipal y urbana.

En esta ocasión se falló en todos los aspectos, desde la inadvertencia por parte de las autoridades de las recomendaciones realizadas por una comisión técnica del CODIA, hace 23 años, sobre las deficiencias de los paneles de hormigón del paso a desnivel de la intersección de la avenida 27 de febrero con la avenida Máximo Gómez hasta las alertas e identificación de refugios de las zonas vulnerables y las mas elementales acciones de limpiar desagües.

OR

Foto: noticias.do

Los gobiernos locales deben desarrollar sus planes de ordenamiento urbano con la inclusión de planes de prevención lo que supone que deben coordinar acciones con las diferentes sectoriales, principalmente con Obras Publicas y con Vivienda, que deben revisar e inspeccionar las obras viales, las infraestructuras urbanas, las edificaciones vitales (escuelas, hospitales, servicios de emergencia y seguridad) y coordinar sus programas con el plan municipal y urbano. Y en las áreas rurales deben coordinar con Medio Ambiente, Agricultura y Turismo, entre otras instituciones gubernamentales.

Hemos sido desde hace tiempo una sociedad post desastres. Se actúa con bastante eficiencia para enmendar los daños causados por los eventos naturales, pero no se ha podido construir una cultura de la prevención y aún peor, se desarrollado una contra cultura de consolidar los riesgos y construir vulnerabilidad.

Si el evento del año pasado tomó a la ciudad de sorpresa y evidenció las debilidades en la planificación, que ha permitido que la ciudad crezca sin la debida dotación de alcantarillado pluvial y sanitario, pavimentando casi totalmente el suelo urbano aumentando así las escorrentías, con un absoluto descontrol en el manejo de los desechos sólidos que son arrastrados a los pocos desagües tapándolos y ocasionando inundaciones; en esta ocasión se conocía desde casi una semana que se iba a recibir grandes cantidades de lluvia y no se implementó un programa de prevención al respecto, limpiando los desagües, podando árboles y supervisando las infraestructuras vitales  y el estado de las vías.

Además de las muertes trágicas en el paso a desnivel y las muertes y pérdidas de ajuares y ropas, menos comentadas , por inundaciones y crecidas en comunidades y barrios marginados, lo más preocupante es la tendencia, que se ha implantado como una práctica normal desde hace muchos años, de consolidar el riesgo. La cantidad de comunidades asentadas en zonas inundables, a orillas de cursos de agua o en zonas propensas a deslizamientos de tierra son muchas y las mismas, producto de las migraciones internas donde las poblaciones más pobres se movilizan hacia las grandes ciudades, buscando colocarse en un mejor mercado de trabajo son muchas veces consolidadas por las autoridades gubernamentales y municipales al llevarle, precariamente, algunos servicios en lugar de reasentarlas en territorios seguros.

Al hacerles aceras o instalarles sistemas de tuberías con la que le venden la ilusión de dotarlas de agua potable, elemento que rara vez recorre esas tuberías, en territorios que se inundan o pueden deslizarse, lo que se hace es consolidar la vulnerabilidad de esas comunidades.

La magnitud de la tragedia del paso a desnivel minimiza la situación que sufrieron y sufren las comunidades mas pobres y vulnerables que por necesidad, y por falta de gestión, construyen cotidianamente el riesgo donde viven. 

Es necesario establecer responsabilidades, pero sobre todo es necesario asumirlas e iniciar los procesos de planificación que se necesitan para tener ciudades sostenibles, seguras y resilientes. Hay que retomar los programas de educación ciudadana, que sensibilice a la población, con la participación de los municipios,  sobre la disposición de los desechos públicos. Iniciar programas que involucren a las empresas en la reducción de la huella de carbono y de la producción de plásticos.

Esta tragedia hay que convertirla en una oportunidad para iniciar todos estos procesos y para eso está la ley 368-22 de Ordenamiento Territorial, Uso de Suelo y Asentamientos Humanos establece en sus artículos 74 y 75, la responsabilidad del Estado en no permitir asentamientos en terrenos calificados como de riesgos. Pero que también proporciona los instrumentos para planificar el territorio y evitar que sigan sucediendo esta serie trágica de eventos desafortunados.

 

Foto: El Nacional 

 

viernes, noviembre 03, 2023

EN EL DIA DE LA ARQUITECTURA DOMINICANA



En el Día de la Arquitectura Dominicana.


 



Hace 35 años, el 2 de noviembre de 1988, Joaquín Balaguer a solicitud del Grupo Nuevarquitectura emitió el decreto 503-88 donde se instuye, en su único artículo, el 3 de noviembre de cada año como el “Día de la Arquitectura Dominicana”.  Fue una manera de hacer visible y reconocer los aportes de los arquitectos dominicanos a la sociedad.

Desde entonces en el día 3de noviembre, fecha del nacimiento de Guillermo González, reconocido como el padre de la arquitectura moderna dominicana, diseñador del Parque Eugenio Maria de Hostos, inicialmente conocido como Parque Ranfis, del desaparecido Hotel Jaragua y de los principales edificios del Centro de los Héroes, antigua Feria de la Paz, se celebra la arquitectura dominicana.

Visto en retrospectiva he dicho anteriormente que, finalmente, la sociedad dominicana ha entendido que el diseño aporta plusvalía a las edificaciones y a la ciudad; y que nuestra arquitectura, de manos de un grupo de arquitectos de varias generaciones, ha dado un salto impresionante en cuanto a la profesionalización de la práctica, pero no así en cuanto a una profundización conceptual. Esto es evidente en la cantidad de buenos edificios que se refieren a tipos comercializados basados en la imagen, repetidores de los modelos del sistema. No hay la suficiente exploración en nuestra cultura, en la cultura de la ciudad y sobre todo no hay debate sobre esos temas. Repito, se ha avanzado de forma impresionante en la profesionalización y la imagen  y no en la profundización conceptual y en el pensamiento.


El “pathos” que existía en 1988, cuando además del decreto se celebró la Segunda Bienal de Arquitectura de Santo Domingo,  dedicada a José Antonio Caro, que había iniciado Nuevarquitectura en 1986, se ha ido extinguiendo. El debate crítico que encendió Nuevarquitectura se ha silenciado. Las publicaciones, que han hecho un trabajo formidable, han sucumbido a una especie de “vanity fair”con poco contenido crítico que inciten al debate y al pensamiento.

La ciudad no se discute y la arquitectura pública no ha sido especialmente relevante. Se han perdido los debates críticos e ideológicos, las publicaciones se alinean al pensamiento neoliberal, las academias se interesan más por los procedimientos y el ranking que por la profundidad del pensamiento crítico e histórico, las asociaciones profesionales se han politizado rumiando su propio desatino y las nuevas generaciones se han profesionalizado huérfanas de pensamiento y rendidas a la economía neoliberal.

Creo que, a pesar del reconocimiento social del arquitecto, las empresas y el propio Estado, aún no reconocen la potencialidad del diseño arquitectónico y urbano como significado estructurante de la democracia. Resulta paradójico, y preocupante, que los gobiernos de fuerza han sido más coherentes en ese sentido.

En la República Dominicana no ha habido un relevo generacional que recoja lo que iniciamos en 1979. Salvo muy raras excepciones – y pienso en la seriedad y profundidad de los trabajos de Marcos Blonda y Alex Mártinez como arquitectos y de Miguel de Mena, como sociólogo e intelectual– encontramos nuevas reflexiones y aportes sobre la ciudad y la arquitectura y las mismas se desenvuelven más en lo académico que en lo crítico. El debate sobre la arquitectura y la ciudad que se daba entre profesionales y que una vez sorprendiera los estudiantes puertorriqueños que nos visitaban como parte de los cursos de Emilio Martinez, Andres Mignucci, Manuel Bermudez y Jorge Rigau, se ha acallado; la crítica mordaz y profunda de Emilio Brea no ha sido recogida, el compromiso con el pensamiento parece en vías de extinción y se discuten banalidades en las redes sociales pero no se asumen posturas críticas publicamente.

A pesar de este panorama exultante y dinámico, raro y decadente a la vez, creo que se puede restaurar el pathos” perdido y comenzar un nuevo debate que ayude a dar profundidad a nuestra arquitectura y a nuestro urbanismo, sobre todo, aprovechando que tenemos un nuevo marco legal en cuanto al Ordenamiento Territorial.

Finalmente quiero reconocer a ese maravilloso grupo de amigos, demasiado grande para mencionarlos a todos, que nos han acompañado en esta trayectoria que se inició con un grupo de arquitectas recién graduadas de la UASD y que se incendió con la participación de Emilio Brea.


OR

tresdenoviembredeldosmilveintitrediadelaarquitecturadominica.



 

miércoles, noviembre 01, 2023

A SÓCRATES, MI AMIGO… ALLA EN SU ESTRELLA, DONDE QUIERA QUE ESTÉ...

 Sócrates, mi amigo...



 

Umbrío por la pena, casi bruno

Porque la pena tizna cuando estalla

Donde yo no me hallo no se halla

Hombre más apenado que ninguno.

Miguel Hernández

 

Segundo Sócrates Bello Ortiz fue uno de esos amigos de siempre. No importaba cuanto tiempo dejáramos de vernos, los reencuentros eran como el continuar de una sola conversación.

Nos conocimos en el Colegio La Milagrosa, cuando estaba en la calle José Reyes, antes de la revolución de abril del 65 y desde el principio nos hicimos amigos. Inteligente, responsable, serio en el mejor de los sentidos, era el de carácter más adulto de todos nosotros. Ahí hicimos un grupo en el que participábamos Sócrates y Eduardito Dinzey y que posteriormente se fueron incorporando Juan Felipe Rivera, del que he perdido el rastro totalmente, Rimaldo y Salvador Tavarez, Francisco- Chichí y Andresito García, con quienes he mantenido una larga y entrañable amistad. 




Recuerdo de Sócrates su participación en los careos que hacia la profesora Haydée Acevedo, en los cuales siempre se destacaba. Hace unos meses en el chat de la promoción postearon una foto de esos careos y se la envié a Sócrates comentándole que no me acordaba del sitio y me contestó entusiasmado: “Creo que fue en 2do teórico.Una de las famosas mesas redonda de Haydée. Si la memoria no me falla el coordinador está de espalda, y adivina ERA YO”



En el 68 o 69, no recuerdo bien comenzamos a producir un periódico mural muy contestatario, y otro mimeografiado, aún no entiendo cómo nos dejaron producir aquellos periódicos. El mural duró hasta una navidad en la cual pusimos en él la frase Y PAZ EN LA TIERRA, acompañada de fotos de los niños desnutridos de Biafra. Aquello ocasionó una llamada de la dirección y la desaparición del mural. Por aquella fecha hicimos un acercamiento con las chicas del Colegio La Altagracia y organizamos un retiro en Nigua. En aquel retiró murió ahogado César el hermano menor de Sócrates, un evento muy traumático para lo que participamos. La última edición del periódico mimeografiado se refería a ese desafortunado accidente y recuerdo haber publicado un poema muy malo que se iniciaba con la frase :  “¿Qué te hemos hecho playa de Nigua?", y asociaba la pérdida de César con el hecho de que aquella casa en que hicimos el retiro era de Trujillo.

 

Cuando terminamos el bachillerato me mantuve un buen tiempo viendo a Sócrates. El decidió estudiar medicina en la UNPHU y yo arquitectura en la UASD. Asi fuimos dejándonos de ver, pero la amistad y el cariño se mantuvo siempre igual. 


Nos encontramos de nuevo en las reuniones de la promoción de La Milagrosa y recuerdo aquel  memorable encuentro que organizó Faly Cruz en el restaurante italiano Bottega Fratelli, para llenar el vacío de nuestra promoción por no haber tenido ceremonia de graduación y al que fuimos todos con birretes y esclavinas. De ese encuentro recuerdo el cariño que afloró de nuevo entre todos los de la promoción y que Faly ha tenido la fortaleza de mantener a través del chat Milagrosianos y los encuentros periódicos que organiza y recuerdo también la presencia entusiasta de Eduardito Dinzey , cojeando y con su bastón, y la figura esbelta de Guillermina González, por mencionar dos amigos queridos que no están más con nosotros.


Posteriormente nos encontramos en la UNPHU, él como uno de los profesores más importantes de la escuela de medicina y yo como profesor de la escuela de arquitectura y urbanismo.


Luego de mi accidente del 2011, Sócrates se convirtió en mi médico de cabecera y cuando tuve el infarto, en plena pandemia, le dio seguimiento cercano. Periódicamente pasaba por su consultorio y en esas ocasiones discutíamos sobre la universidad, siempre estuvo comprometido con la universidad y le preocupaba sobre manera los efectos de la pandemia en los procesos de enseñanza. En estos días teníamos agendado una consulta que nunca tendré…

Escribo estas líneas tristes con lágrimas en los ojos, un nudo en la garganta y la rabia de no haber podido despedirme de mi amigo.

Terminando estas líneas recibí de Chichí la canción de Serrat de la Elegía, que Miguel Hernández, el gran poeta español, dedicó a su amigo de infancia Ramón Sijé, considerada una de las dos mejores elegías en el idioma español (la otra es la "Elegía a la muerte de mi padre" de Jorge Manrique) las dos se las comparto porque creo que sintetizan ese dolor tan grande que sentimos cuando un amigo se va.