¡Oh, no eres tú mi cantar
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
Antonio Machado
“La Saeta”
To sir
with love.
Feliz
Cumpleaños Harry!
En 1967 se estrenó
en los cines de Santo Domingo la película inglesa protagonizada por Sidney
Poitier y la cantante británica Lulú, “Al maestro con cariño” ( To sir with
love)
Aquella película me
impactó tanto que, en retrospectiva, creo que fue de las cosas que sembraron en mí el deseo
de ser profesor, es una película bellísima con un tema sensacional cantado por
Lulú al final del film.
Pero mi intención
no es hablarle de la película dirigida por James Clavell sino de un verdadero
maestro que pasa por una delicada situación de salud y a quien considero mi
Amigo, así con mayúscula: Harry Carbonell Hurst, egresado de la UNPHU, y uno de
los más finos diseñadores dominicanos.
Harry, asociado
con Plácido Piña, produjo algunas de las obras paradigmáticas de la
arquitectura dominicana, el edificio del BHD y el Pabellón Deportivo del Santo
Domingo Country Club.
Sin embargo veo a Harry como uno de los arquitectos dominicanos maestros en el tema de la
vivienda. Los diseños y las reflexiones sobre la vivienda que Harry ha
producido constituyen un verdadero legado de buen diseño.
Además Harry como
profesor, en la Escuela de Arquitectura y Urbanismo y en otras escuelas donde
impartió docencia, sentó cátedra en cuanto la calidad en los diseños de sus
alumnos , producto de la exigencia continúa de calidad que transmitía a los estudiantes y a los arquitectos que han compartido el taller
profesional con Carbonell.
Cuando a final
del año pasado supe de su quebranto me dolió mucho, pero como los versos de
Machado que reproduzco al inicio de este escrito, no quise, de manera que
reconozco como egoísta, ver al jovial, talentoso y a veces cascarrabias de
Harry, disminuido en sus capacidades, y
me alegré muchísimo de su recuperación; ahora, en la segunda ocasión de que me
entero coincidencialmente que ha vuelto a recaer y leyendo los post de Martha
la poeta, la amiga, la esposa y la amante de Harry, mujer de pensamiento grande y corazón apasionado, reconozco la fortaleza de esta pareja de artistas
que están transitando caminos adversos acompañados de la trulla de familiares,
amigos, discípulos de Harry que han puesto todas sus energías por la recuperación
de uno de los valores reales de la arquitectura dominicana.
Las obras de
Harry- aquellas casa árbol o la casa muro, me hicieron acuñar el término de “onanismo
onírico” para referirme a las continuas y fabulosas “ pajas mentales” de
Carbonell.
Harry Carbonell es
un gran arquitecto que nunca ha temido llamarme para preguntarme algo que
entendía que yo podría responderle, sin ambages ni condescendencia.
Por eso, y por
muchas otras cosas, a Harry lo quiero con el corazón y con el pensamiento y
espero con ansias tomar de nuevo una sus llamadas telefónicas que
invariablemente se iniciaban con un “Goordooo!” Para luego plantear algún tema de
arquitectura.
OR
Los pequeños: Marcelo, Pablo y Harry |